top of page
Prof. Juan Maya

Crítica a la Ilustración


Michel Foucault se interesó en el texto de Immanuel Kant “¿Qué es la ilustración?” en su conferencia de 1984. Se trató de un de análisis crítico del artículo que Kant publicó en 1784 y al mismo tiempo propone una nueva pregunta: ¿Qué es la filosofía moderna? Es una propuesta sutil la de Foucault pero a la vez interesante en cuanto vincula directamente el desarrollo de la filosofía moderna al surgimiento y evolución de la ilustración. Ambas preguntas están relacionadas y no podría existir filosofía moderna sin “Aufklärung”. Es la primera interpretación que se podría hacer de dicha propuesta.

Por lo pronto, señala Foucault que para Kant la “Aufklarung” es como una “salida”. Un proceso que libera al hombre de su “minoridad” y por esto, entiende Kant, es un estado que hace que el hombre acepte la autoridad de algún otro para conducirlo. Al mismo tiempo Kant plantea un desafío que constituye la base del desarrollo de la Ilustración: “Aude saper, ten el coraje, la audacia de saber”. La Ilustración es un cambio histórico que concierne a la existencia política y social de todos los hombres sobre la superficie de la tierra.

Ahora bien, el proceso en sí establece una tensión entre razonar y obedecer. Kant señala que lo primero es distinguir bien lo que depende de la obediencia y lo que depende del uso de la razón. Su propuesta es “obedezca y podrá razonar tanto como quiera”; para comprender esta fórmula en aparente contradicción, Kant da ejemplos: “pagar sus impuestos, pero poder razonar tanto como se quiera sobre la fiscalidad, eso es lo que caracteriza al estado de mayoría de edad”. En idioma popular contemporáneo esto se podría resumir bajo la fórmula “pague y después proteste” (N.del R. y que Dios, si existe, te ayude). Lo que Kant propone es la distinción entre el uso privado y el uso público de la razón y agrega “la razón debe ser libre en su uso público y debe ser sumisa en su uso privado”. No obstante, Kant no propone “una obediencia ciega y estúpida, sino que uno haga de su razón un uso adaptado a esas circunstancia determinadas”. Claramente hay Ilustración en tanto haya esa tensión entre el uso libre y público y el uso privado de la razón.

Ahora bien, según Foucault, Kant “Describe a la Ilustración como el momento en que la humanidad va hacer uso de su propia razón, sin someterse a ninguna autoridad. Es precisamente en este momento que la crítica es necesaria para definir las condiciones en las que el uso de la razón es legítimo para determinar lo que se pueda conocer, lo que hay que hacer y lo que está permitido esperar. Para Kant el uso ilegítimo de la razón estará asociado al dogmatismo y a la heteronomía, es decir una fuerza que se le impone al individuo desde afuera, lo contrario a la autonomía.

Según Foucault, se suele hablar de modernidad como algo propio de una época de rasgos característicos y situada en un momento cronológico de la historia. Sin embargo, Foucault se pregunta si más bien no puede considerarse a la modernidad “como una actitud” algo característico de ciertos modelos que han evolucionado a través del tiempo desde el siglo XVII en adelante y que aún prevalece en signos contemporáneos. En este sentido la escuela -como dispositivo de la modernidad- con sus diversas crisis sigue siendo un claro signo actual.

“La modernidad no es un hecho de sensibilidad hacia el presente fugitivo, es una voluntad de heroificar el presente”. Agrego yo: “Ser moderno es experimentar la vida como un torbellino” -así lo sostiene Marshall Berman- es encontrar al mundo de uno en perpetua desintegración y renovación, penas y angustias, ambigüedad y contradicción. “Todo lo que consideramos sólido en nuestra existencia se desvanece en el aire” señala el filósofo marxista norteamericano, de origen judío.

Foucault cita a Baudelaire para decir que “el hombre moderno es el que parte al descubrimiento de sí mismo, de sus secretos y de su verdad oculta, es el que busca inventarse a sí mismo". Para Foucault lo que nos une a la Ilustración es una interrogación filosófica que problematiza nuestra relación con el presente, el modo de ser histórico y la constitución de uno mismo como sujeto autónomo. Hay un “ethos” filosófico que se podría caracterizar como una crítica permanente de nuestro ser histórico.

Agrego yo intentando hacer una mirada situada: El “Kaiser Carabela” y el “Torino” fueron espléndidos coches símbolos de dos épocas del país. Eran los tiempos cuando un trabajador podía identificar su juventud y su energía sexual con aquello que producía. Cuando se movía la gran línea de producción provocaba emoción formar parte de ella ; los trabajadores de Córdoba, Rosario o el Gran Buenos Aires podían sentirse la vanguardia del Movimiento Obrero organizado y éste, aún, la “columna vertebral”.

Hoy aquel mundo está derrumbado. La desocupación, la depresión y muchas veces la angustia ocuparon el espacio. El país que aquellos trabajadores construían o creían estar construyendo se fue con el viento. Ya no son jóvenes, ni fuertes, ni orgullosos, muchos ni siquiera son empleados. Algunos cobran las migajas de un plan social y otros son abandonados con una urgencia desesperada.

Finalmente, Foucault señala no obstante que no hay que estar “por o contra la “Aufklärung”. propone rechazar toda forma simplista y autoritaria, es decir se acepta la Ilustración y entonces estamos bajo la tradición racionalista o se está en contra y entonces debemos escapar de esos principios de racionalidad.

Después de la Revolución Francesa el concepto de “Modernidad” estuvo vinculado al progreso indefinido de la sociedad. En esta época esa idea está muy cuestionada. En la sociedad actual hay pérdida de valores fundamentales como la solidaridad, la justicia social, la libertad, la autoridad HV, etc. Es previsible que la corrupción continúe mientras este modelo económico a escala mundial, según los resultados a la vista, siga dividiendo la sociedad entre los que tienen y los que son excluidos.

451 visualizaciones0 comentarios
bottom of page