¡¡¡¡Y también el piloto, el piloto!!!!
Una vieja, pero no obsoleta teoría del Estado.
“Un guerrero valiente me ha dado un yelmo por la mitad de agua. Pero un rey solo bebe si sus guerreros beben y si no hay agua para sus guerreros no bebe” *Alejandro Magno. 10 año de su campaña. 324 adC. (no hay nada nuevo en conducir hombres, solo hay que saber buscar en la historia)
Este ensayo es viejo para mí. Hay varios que han trabajado bajo mi gestión o junto a mí en los últimos 30 años y cuando lo lean encontraran que me repito por enésima y fracasada vez.
La definición de estúpido como un sujeto aturdido que oye, pero no escucha y toda vez que bambolea su humanidad en un permanente desequilibrio, producto de su aturdimiento recurrente, es lo que dominará este ensayo.
El helicóptero es en el imaginario militar, ese vehículo que todo soldado herido conserva como el ángel del rescate que lo busca en el fragor del combate, y cuando está herido o al borde de la muerte lo rescata y traslada al hospital de guerra, donde los médicos lo salvan y lo convierten en veterano de guerra.
Pero en la paz, es el que te saca de la autopista y te lleva accidentado al hospital. Es ese que te traslada del incendio al hospital, es ese que te busca en el mar y te aleja de los tiburones y la hipotermia y te lleva al barco hospital.
Desde que me recibí de Licenciado en Planeamiento y Desarrollo, siempre me pregunté dónde estaban los recursos y el plan de tareas de los helicópteros. Lamento decir que nunca los encontré. O los planificaba, los generaba y los utilizaba o a nadie se rescataba.
La acusación siempre fue la misma, era un gasto, nunca una inversión.
Los aturdidos nunca escuchan las alas del helicóptero, nunca esperan al helicóptero, nunca envían el helicóptero, porque los estúpidos, como los aturdidos, no escuchan a los lastimados, tienen la ignorancia adquirida y voluntaria por no escuchar, Son estúpidos. Son moral y criminalmente estúpidos.
Esta relación no es casual, los helicópteros son del Estado, o son el único implemento que da justificación a su existencia. Los helicópteros se pagan con los impuestos, hacen triaje, están siempre disponibles, operativos y son prioridad, porque disminuyen la incertidumbre y son los ángeles que te salvan en las fatalidades.
Y los pilotos son los que conducen después de jurar (no prometer), porque hay que jurar que salvar a los lastimados y/o trasladar al o los cuerpos para que se permita el duelo. Son tareas que no permiten trabajos a medias, ni horarios de oficina; no tienen calendario y saben que no pueden ser millonarios porque la tarea se paga con el único acto que la Revolución Francesa no pudo reglamentar: la fraternidad con los que no son próximos: los impuestos.
Éste es el único motivo que justifica la existencia del Estado y que nos sometamos a la ley cediendo parte de nuestra libertad y partiendo de una igualdad requerida.
Pero desde hace 40 años, cuando el siglo XX se terminaba y abandonamos la letal Modernidad sólida con sus 150 millones de muertos, y optamos por la subletal Modernidad líquida y sus millones de pobres materiales y lisiados morales y esta declamación de los helicópteros y los pilotos, no tuvimos la fuerza moral para pagar los impuestos y utilizarlos donde corresponden.
Entonces el contrato moral que nos llevó 3000 años y dos Guerras Mundiales y que se plasmó en los contratos sociales de la ley, se convirtieron en el portaviones encallado desde donde no pueden despegar o despegan tarde con la tolerancia de todos, los pocos helicópteros que quedan. Pero que justifican la hipocresía de los que declaman que están cuando nunca vuelan ni volaran al rescate de ningún necesitado.
Inicié este escrito diciendo que era viejo. Viejo porque hace años que sin dudas por los resultados de la vida a la intemperie y la indiferencia me he acostumbrado a que el helicóptero no despegue, o se estrelle o se use para lo peor de la oligarquía política.
La oligarquía política, iletrada, prostibularia, miserable moralmente, indiferente, antipática, obscena, consumidora de lo ajeno, enamorada de las mieles del capitalismo más abyecto y declamadora del socialismo más genocida. Pero con solo un propósito, enriquecerse, y un solo legado, empobrecer.
Por eso los helicópteros no despegan, estúpido.
Los helicópteros de la Educación, se usaron para adoctrinar y nunca más volaron a rescatar a los estudiantes de la incertidumbre producto de la ignorancia y aprendida desde la hemiplejia moral de turno. Los pilotos que juraron se extinguieron y los comisarios políticos y los fanáticos terminaron de clamar por helicópteros que nunca más despegaron.
Los helicópteros de la Salud, se quedaron sin combustible, sin repuestos, se canibalizaron a los que dejaban de funcionar. Los pilotos fueron exigidos inmoralmente a tales niveles, que terminaron llevándolos al exilio. Los mejores pilotos que juraron no dañar ya no tenían helicópteros para curar.
Los helicópteros de la Seguridad, que fueron presas de todo tipo de golpes de estado, y que nunca se pudieron alinear con el estado de derecho, fueron víctimas finalmente del salario indigno, de la política de turno y de la relación del crimen con la política y la justicia. Jurar a la bandera fue un acto vacío porque toda vocación del piloto era vista como la ingenuidad del honesto.
Los helicópteros de la Defensa, fueron víctimas primero de los dictadores golpistas y luego del castigo eterno de la juventud maravillosa, quien los envió al escarnio y permitió convertirlos en un estamento que nos debe defender sin hipótesis de conflicto. El helicóptero está oxidado y se reduce a un tanque Sherman sin Nafta y con la munición obsoleta.
Todos los helicópteros fueron esquilmados para desgracia de los ciudadanos que terminaron en habitantes a la deriva de la intemperie, la incertidumbre y la fatalidad de Covid como frutilla del postre.
Finalmente, nos sometieron a pagar los helicópteros que nunca volaron o nunca existieron y el sueldo de pilotos que nunca pensaron en rescatar a los ciudadanos.
Años y décadas destruyendo los helicópteros y clamando y declamando por las mieles del rescate del Estado, nos llevaron hasta aquí. La vergüenza de un DNI que finalmente es la credencial de la falsedad de la ciudadanía.
Se entiende, Por que es el HELICÓPTERO, ESTÚPIDO. Porque detrás de las ideologías autocomplacientes y justificadoras de todo tipo, el único propósito es y era quedarse con los impuestos para fines personales del mantenimiento y uso de los helicópteros, es y era solo ese fin, no hay que pensar en ninguna idea superadora: era y será solo esa.
Y las víctimas, con vidas degradadas, arruinadas, no rescatadas, no curadas, no educadas, no cuidadas y no defendidas ¿Qué son en definitiva?
Son los crímenes morales de la hemiplejia moral de turno de la Modernidad liquida subletal, que no te mata salvajemente, pero que no tiene y no te envía el helicóptero y te habla bien de todo lo que no necesitás.
Entonces propongo empezar a rever el concepto de crímenes contra la humanidad en la subletalidad. Porque este concepto se aplicó a la resolución de los crímenes contra la humanidad en la Modernidad sólida letal del siglo XX. Pero el siglo XX concluyó y descubrimos que los helicópteros llegaron tarde a la letalidad y sin asombro siguen llegando tarde o no llegan nunca.
Las víctimas de la subletalidad merecen helicópteros que la enfrenten y debemos empezar por el castigo a los pilotos que desviaron o destruyeron los mismos. Y después con helicópteros nuevos y pilotos juramentados enfrentaremos la subletalidad, para que la humanidad pueda vivir y morir en armonía con su planeta.
Porque los estúpidos ya han roto muchos helicópteros y muchas vidas declamando al Estado que pervirtieron. Es hora de volar al rescate, cada día, cada hora y en cada lugar en que nos toque actuar, porque así sabremos que vendrán por nosotros.
A LOS ESTÚPIDOS OTRA VEZ LES DECIMOS: ES EL HELICÓPTERO, ESTÚPIDO.
Porque ese yelmo del soldado medio vacío o casi vacío espera recibir agua del tanque del helicóptero conducido por el piloto y la palabra héroe será redefinida a los tiempos del gran Alejandro.
Por: Dr. Gerardo Oscar Tozzi
Muy bueno , el problema es que los helicópteros nunca van a llegar o si llegan , llegaran cargados de otras doctrinas y vaya a saber que mas, ya no hay helicópteros , y si estas tirado , en la selva , no te queda otra que sobrevivir , buscar como y si sobrevivís lo suficiente quizá un dia llegue uno , pero quizá no como queres que llegue.